
En este mundo, continente, país, ciudad, pueblo o caminito, se encuentran tantas e infinitas. Algunas sonríen y te alegran el día sin darse cuenta, otras mantienen una distancia que hay que acortar con trabajo y dedicación, muchas esperan aquello que siempre soñaron, y otras deambulan en busca de revancha.
Algunas atraen por leer en el subterráneo, por mandar un mensaje de texto (interminable) en el tren, por cantar una canción en el auto (cuando uno quiere dormir), por caminar apuradas en busca de un taxi mientras intentan no pisar una baldosa floja, por anudarse el pelo mientras estudian, por dormirse en cualquier lado…
Son todas lindas, pura armonía corporal, todas ellas lo son, pero uno tiene sus gustos, un paladar que cree saberse conocedor de lo que quiere. Varios las prefieren rubias, teñidas de rubias, castañas, morochas, con rulos, con mucho labio, con las uñas pintadas de varios colores, con torpezas al caminar, con elegancia al hablar, discretas al mirar, jóvenes o con lunares.
Repito, todas son lindas, pido que no me juzguen o tal vez eso mismo quiera, deseo expresar cual es mi gusto, aquello que me distrae, eso que me deja pensando:
Algunas atraen por leer en el subterráneo, por mandar un mensaje de texto (interminable) en el tren, por cantar una canción en el auto (cuando uno quiere dormir), por caminar apuradas en busca de un taxi mientras intentan no pisar una baldosa floja, por anudarse el pelo mientras estudian, por dormirse en cualquier lado…
Son todas lindas, pura armonía corporal, todas ellas lo son, pero uno tiene sus gustos, un paladar que cree saberse conocedor de lo que quiere. Varios las prefieren rubias, teñidas de rubias, castañas, morochas, con rulos, con mucho labio, con las uñas pintadas de varios colores, con torpezas al caminar, con elegancia al hablar, discretas al mirar, jóvenes o con lunares.
Repito, todas son lindas, pido que no me juzguen o tal vez eso mismo quiera, deseo expresar cual es mi gusto, aquello que me distrae, eso que me deja pensando:
Aquellas que andan en bicicleta.
Ellas generan una intriga inagotable, producen querer saber hacia dónde van, imaginar que sabrán tocar la guitarra y que les gustará la pintura. Generan esa envidia de no saberse atadas por el tráfico, a ningún auto/taxi/tren/colectivo, o calle en contramano, y sobre todo, ¡sobre todo!, ellas disfrutan del viento en la cara y llevan sus cabellos revueltos al natural de manera extraordinaria.
Generan esas gotitas de libertad...
y unas ganas inmensas de conocerlas,
comiendo mandarinas en el balcón.
comiendo mandarinas en el balcón.
collage: manu